Muy dentro de ti me metí.
Te conocía.
Sin embargo fuiste nueva.
Te acaricié temiendo
no sé si tus secretos
o la inmensidad de tu carácter hosco
simple.
Y me metí en tu boca.
Y me gustaste.
Y enamorado, salí de tu tímido frío
de tu húmedo y desprejuiciado beso.
Dejé atrapada mi desnudez
desnudo quedé en tus labios hambrientos
y por última vez te miré, estabas sonriente
seguías... pícaramente feliz.
ChicoMalo
08-01-2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario